Siempre nos darás el mar
A Joaquín Carbonell
Me hice mayor a golpe de canción. Si Labordeta era el abuelo, Joaquin Carbonell era el tío y la Bullonera los primos. Una familia con la que cantábamos que:
"Y aunque el frío y la miseria les arrastren
y los viejos y barrancos solo quedan
nacerán de las arcillas nuevos frutos
que abrirán con sus raíces nuevas sendas."
Porque con la "ayuda de todos", "y a pesar de que todo está perdido", a esta tierra que "no es de azúcar ni tiene mariposas en invierno" "me gustaría dar(le) el mar".
Precisamente ahora que "se llenan las escuelas de mocosos", en este septiembre negro, nos deja el tipo que me enseñó a gritar que "en Chalamera no queremos central". Porque del abuelo, el tío y los primos aprendí que ni se calla ni se rebla. Y ahí intento seguir.
Allá donde estés "me" formas parte.
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