El principio de verosimilitud o Goebbels y la vaca del ministro

El tristemente famoso jefe de la propaganda nazi, Joseph Goebbels, estableció los once principios propagandísticos que auparon al nazismo y se convirtieron en el endecálogo de la manipulación. El octavo de estos postulados es el principio de verosimilitud, que consiste en "construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sonda o de informaciones fragmentarias". Este octavo mandamiento goebbeliano es el que le ha tocado en suerte al ministro Garzón por opinar, que en este país, y desde que la verdad no se produce sino que se crea, lo de opinar se ha convertido en una especie de garita de tiro al incauto. 

De lo que dijo a lo que se usa va tanto trecho que Garzón coincide con la moratoria de García Page que paraliza las macrogranjas o con la ley que en el mismo sentido prepara Lambán, dos de los que piden dimisiones, así como con la doctrina, por ejemplo, de la Unión de Pequeños Agricultores sobre este tema. 

La bulla va a seguir, porque lo que importa es la bulla y no la verdad, pero igual merece la pena informarse correctamente (tanto los contertulios de barra de bar como los presidentes de comunidad autónoma) antes de volver a caer en las redes de Goebbels y sus interesados seguidores en forma de prensa amarilla y partidos mendaces.

Merece la pena escuchar a Nacho Corredor y Javier Aroca en la SER (bueno a quien quiera conocer la verdad y no la postverdad)