Queridas reinas magas

 

Queridas reinas magas:

Confieso que no sé muy bien si he sido bueno, esto de la bondad se relativiza mucho y lo que antes era amar al prójimo general, ahora es particular (si no es mena, si no es ilegal, si no es mora o negra…).

A lo que iba: os mando la carta porque vuestros colegas llevan años sin hacerme puñetero caso, y como soy muy fan de vuestra Gloria Fuertes, que le monté un teatrillo con vosotras, me he dicho, voy a probar suerte con éstas tres tipas. 

En casa dejadme una cajita de música (lo mismo alguna nana), a ver si puedo volver a dormir bien.

En la del tío Alcalde y los primos concejales igual me van  bien un par de buenas ideas para que empecemos a tener más futuro que pasado y que no abunden más las excusas que las musas.

En tía Aljafería me pido: una consejería de industria de las de playchachi que se construya desde la imaginación y no con clientelismo y que el personal parlamentario sea más como Barriguitas que como Barbie y Kent o los transformers, que de todo hay.

En casa de tito Congreso me vais a dejar 5 sacos de ética y otros tantos de consideración (eso para la dinámica parlamentaria), además de toneladas  y toneladas de respeto hacia quienes les votamos. Y sacos de carbón varios para quienes vosotras y yo sabemos.

En casa de la bisabuela Consti, quiero el kit de construcción del futuro, porque le hace falta una reforma en condiciones.

En tía Sanidad me dejáis mogollón de días de vacaciones para el personal que se lo ha ganado y, si están en eso, ya estaremos en otra cosa. (En la 222 de Lugo, lo que quiera la inquilina, que es amiga…).

En cada escuela les dais todo lo que no he sabido dejar (vosotras me entendéis) y, sobre todo, la sensación de que juntos no sólo somos más sino que nos mejoramos. (Bueno, eso lo podéis poner a tutiplén).

En casa de la Ley, mejor dejáis Justicia. y en la de la Justicia os lleváis la venda, que ya le está oliendo fatal.

En mis casas de Madrid añadís un poco de libertad, de esa de la buena.

Creo que está todo, queridas Melchora, Gaspara y Balatasara, me despido de vosotras con un beso hasta el año que viene. Os he dejado comida y bebida en el balcón, por si os fallan las fuerzas.

Ahhhhh!!!!!! se me olvidaba: no sé si he sido bueno, pero me como todo lo que me ponen, aunque, en mi caso, creo que tampoco eso es bueno.