Por su nombre

 Siempre he sido partidario de que las calles, los monumentos o los colegios dedicados a personas lleven, delante de su nombre, su oficio. Calle de la Poeta Gloria Fuertes, de la filósofa Maria Zambrano o del cineasta Luis Buñuel. Por eso, cuando se negaban a cambiar el nombre del IES Primo de Rivera de Calatayud  les di la razón y propuse que complementaran el nombre con el cargo: dictador Primo de Rivera. De esta forma podría haber en Madrid una calle llamada General Yagüe, el carnicero de Badajoz u otra en Ceuta que se llame asesino Queipo de Llano. ¿La historia no está para recordar?, pues recordemos, pero con todas las consecuencias. 

Gracias a Manuel Jesús Fernández Naranjo por compartir el artículo.



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