Leo a un indignado José Javier Rueda cargar contra el ministerio de turno por haberse cargado el análisis sintáctico de la EVAU so pretexto de que escribiendo mal es imposible pensar bien. El argumento demuestra que escribiendo bien tampoco se piensa bien, si por ello entendemos tener pensamientos acertados. El análisis sintáctico de la EVAU siempre me ha parecido un despropósito salvo que se tratase de una prueba específica para acceder a filología, por ejemplo. Construir un texto sintácticamente correcto nada tiene que ver con determinar si una oración es subordinada sustantiva sino con utilizar adecuadamente la coordinación y la subordinación entre otros muchos procedimientos lingüísticos. Pidámosles a nuestros futuros universitarios que comprendan y comenten textos, que demuestren su capacitación para escribir textos con tanta corrección gramatical como estilo y fundamento, retemos al sistema para que incluya una prueba de expresión oral y dejemos el análisis sintáctico para los lingüistas, que incluso algún reconocido académico de la lengua y excelente escritor se ha reconocido incapaz de aprobar ese apartado de la EVAU, aunque seguro que aquel cafre del colegio mayor Elías Ahuja superaría la prueba con éxito ya que pudo escupir de aquella manera su pensamiento (otro mal ejemplo de la relación entre la sintaxis y el bien pensar).

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