La doble moral con ETA y Bildu

Comenzaré recordando, antes de relatar un caso que me toca indirectamente, que ETA se disolvió el 20 de octubre de 2011, siendo ministro del interior Alfredo Pérez Rubalcaba. Otra cosa es lo que dijo la prensa al día siguiente, estas son las portadas del 21 de octubre, doce años después, ahí siguen algunos, negando interesadamente la evidencia:

Recuerdo el caso perfectamente: el 18 de agosto de 1986, un comando etarra asesinaba en Villarreal de Álava (actualmente Legutio) al coronel de artillería José María Picatoste y González de Echávarri, al que conocí cuatro años antes como teniente coronel en el RALCA (Regimiento de Artillería Lanzacohetes de Campaña nº 63) de Astorga y al que le hice entonces no pocas escoltas en mi condición de policía militar. Reconozco que la noticia me heló la sangre: pocos años antes yo mismo podía haber estado allí, acompañándolo en aquel viaje.

Obviamente, cuando, tres meses más tarde, detuvieron a dos de los tres implicados en el atentado, seguí la noticia con interés. Recuerdo que uno de ellos se apellidaba Cabello y, nunca olvidé que el otro se llamaba Juan María Gabirondo Agote, tal vez porque su primer apellido era muy parecido al conocido Gabilondo. El conocido como Agote fue condenado en 1989 a 29 años por su participación en el asesinato del coronel y a 124 por el secuestro de un empresario y el asesinato de un jefe de la Ertzaintza durante su liberación. 

Leyendo el País, me enteré casualmente de que, en 2012, el Supremo ordenaba a la Audiencia Nacional una nueva liquidación de condena a Gabirondo Agote (por lo que deduzco que hubo alguna mas).

La casualidad y el trabajo quiso que anduviera por Gipuzkoa en los días previos a las elecciones locales de 2015 y en un rato libre me acerqué a la playa de Deba; paseando por el pueblo vi en cartel electoral de EH-Bildu al ayuntamiento devarés y allí encontré a Juan María Gabilondo Agote como miembro de la candidatura y no me hizo falta investigar mucho para averiguar que se trataba del mismo Agote del que venía oyendo hablar desde 1986.

Estas cuestiones siempre hay que abordarlas con mucho cuidado (de hecho me ha costado mucho escribir esto) y el debido respeto, tanto a las víctimas como a una ley que, nos guste o no y mientras no cambie, una vez cumplida la condena reintegra los derechos civiles a quienes se los retiró, al fin y al cabo, en este como en muchos casos, lo que es moralmente deplorable no tiene que ser necesariamente ilegal.

Repasando las fechas clave de este caso, he comprobado que cuando se produjo la liquidación de la pena del condenado, gobernaba en España Mariano Rajoy Brey, tras las elecciones de 2011, y que cuando Agote se presentó a las municipales, continuaba la presidencia de Rajoy en la misma X legislatura. En ninguno de los dos momentos, nadie dijo nada.

Este es solo un ejemplo de que el manido argumento ETA-Bildu se esgrime cuando conviene, nunca en función de las víctimas y siempre con fines políticos que, seguramente posicionarán a muchos en la ira y el odio y a otros nos hace remover la recámara de la memoria.

Según el diario.es, en la pasada legislatura vasca, PP y Bildu firmaron conjuntamente 127 iniciativas parlamentarias y votaron lo mismo en el 45% de las ocasiones ¿alguien les ha espetado que son socios de oposición al gobierno del PNV?

¿Más hipocresías?, ahí van dos para acabar.

Hace diez años, a solo dos de la disolución de ETA, Borja Semper, actual portavoz de campaña del PP y entonces presidente del PP de Gipuzkoa, afirmaba que “Bildu no es ETA”. “El futuro de la sociedad vasca, guste o no en determinados sitios, se tiene que construir también con Bildu”. Este es el párrafo:

Bildu no es ETA. Es una coalición formada por EA, Aralar y Alternatiba, donde el mayor peso político lo tiene la izquierda abertzale. Que todo sea ETA no es cierto. Pero quien controla Bildu es quien decía hasta anteayer «ETA, mátalos» o justificaba un atentado. Aun así, este diagnóstico objetivo no debe condicionar el futuro. El futuro de la sociedad vasca, guste o no en determinados sitios, se tiene que construir también con Bildu. Un político tiene que ser capaz de trascender de sus tripas para proyectar un futuro mejor de lo que ha sido el pasado. Esta tesis la manejan también Mariano Rajoy y el ministro del Interior. 

El mismo Aznar que ayer hablaba de terroristas de Bildu, en 1988 utilizaba el eufemismo "movimiento vasco de liberación" para designar a que sí eran terroristas entonces en activo:


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